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Cambio climático podría causar migración masiva de serpientes venenosas en el mundo

Un nuevo estudio apunta a que el calentamiento global y la pérdida de hábitat podrían causar que serpientes venenosas busquen nuevos espacios con climas favorables para su supervivencia. De no ser contempladas, estas migraciones podrían causar un problema de salud pública para aquellos países que no tienen experiencia en el tratamiento de mordeduras de serpiente.

03 de mayo de 2024 - 08:52 p. m.
Las serpientes tienen una piel escamada que les ayuda a su desplazamiento y protección.
Las serpientes tienen una piel escamada que les ayuda a su desplazamiento y protección.
Foto: Alois Wonaschütz en Pixabay

El cambio climático, según una reciente investigación publicada en la revista The Lancet Planetary Health, podría causar en los próximos años una migración masiva de serpientes venenosas hacia nuevas regiones y países que no estarían preparados para ello.

De acuerdo con los hallazgos del grupo de investigadores, se pronostica que el calentamiento global y la pérdida de hábitat podría hacer que países como Nepal, Níger, Namibia, China y Myanmar sean receptores de más especies de serpientes venenosas. En particular, los científicos señalan que países del sur y el sudeste asiáticos, así como algunas zonas de África, serán vulnerables al aumento del número de mordeduras de serpiente.

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“Nuestros resultados sugieren que en 2070 se producirán pérdidas sustanciales de zonas potencialmente adecuadas para la supervivencia de la mayoría de las especies de serpientes venenosas. Sin embargo, algunas especies de alto riesgo para la salud pública podrían ganar zonas climáticamente adecuadas para habitar. Por otra parte, la combinación de un aumento de las zonas climáticamente adecuadas y de factores socioeconómicos (incluidos los bajos ingresos y la elevada población rural) significa que ciertos países podrían tener una mayor vulnerabilidad a las mordeduras de serpiente en el futuro”, indican los autores del estudio.

Pero, ¿cómo se llegaron a estos resultados? Los investigadores realizaron modelaciones de la distribución geográfica de más de 200 especies de serpientes venosas, conocidas por causar emergencias médicas en humanos. El objetivo era proyectar en qué lugares del mundo estas especies podrían encontrar condiciones climáticas óptimas para 2070.

Lo cierto es que se espera que la mayoría de las especies venenosas experimenten una pérdida de rango, es decir el espacio en el que están dadas las condiciones para su supervivencia. No obstante, para especies como la víbora babuina de África occidental su hábitat podría aumentar hasta en un 250 %, según el estudio. Además, se prevé que las áreas de distribución del áspid europeo y la víbora cornuda se dupliquen para 2070.

Para el caso, América el escenario es distinto, pues se proyecta que especies, como la víbora de fosetas, pierdan más del 70% de su área de distribución.

“A medida que aumenta el uso de la tierra para la agricultura y la ganadería, se destruyen y fragmentan los hábitats naturales de los que dependen las serpientes”, explicaron, a The Guardian, los autores del estudio, Pablo Ariel Martínez, de la Universidad Federal de Sergipe (Brasil), y Talita F. Amado, del Centro Alemán de Investigación Integrativa de la Biodiversidad de Leipzig (Alemania). “Sin embargo, algunas especies de serpientes generalistas, especialmente las de interés médico, pueden adaptarse a paisajes agrícolas e incluso prosperar en ciertos campos de cultivo o zonas ganaderas que proporcionan fuentes de alimento como los roedores”.

Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, cada año entre 1,8 y 2,7 millones de personas sufren mordeduras de serpientes venenosas, lo que provoca hasta 138.000 muertes y al menos 400.000 amputaciones y discapacidades permanentes. Por esta razón, la OMS calificó el envenenamiento por mordedura de serpiente como la enfermedad tropical más desatendida en el mundo.

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Por su parte, los autores del estudio indican que, a pesar de presentar información valiosa sobre los desplazamientos de las serpientes venenosa en el mundo, se desconoce aún cómo los humanos se adaptaran y reaccionaran ante el cambio climático, lo que podría causar más problemas. Un llamado que hacen los investigadores para que naciones con experiencia en el tratamiento de mordeduras de serpientes colaboren con otros países para evitar un problema de salud pública en el futuro.

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